(Según testamento de su padre). Llamado Pedro el Viejo, en 1724 era Capitán, no sabía firmar, sin embargo como buen amigo de los mapuches, fue encargado de solicitar de los caciques, sus hijos para que se educasen en el Colegio de Naturales de Chillán y, a pesar de la altiva repulsa de aquellos, logró reunir un númeroso grupo y así con ellos pudiera funcionar dicho Colegio, inagurado el 23 de Septiembre 1700. Vivió 70 años en su estancia de Palpal junto al estero del mismo nombre a 24 kilometros de Chillán, en la misma ciudad donde casó con su parienta Doña Ines de Mesa, nacida ahí. ---------------------------------------------------o------------------------------------------------------------- Por Lucía Escobar Juan de Mesa llegó junto a Pedro de Valdivia a conquistar y fundar nuestro país. Él y su hermano Bartolomé se casaron a mediados de 1600 con hijas de las familias Amaya y Opazo. Juan de Mesa tuvo tres hijos: Juan, José e Inés. Esta última se casó con Pedro Riquelme de la Barrera, dueños de la estancia Palpal. En este lugar recibiría tierras en herencia, una sobrina de ambos, Isabel Riquelme de la Barrera Meza y Ulloa, futura madre del libertador Bernardo OþHiggins. Así comienza a tejerse la historia de los Meza, una de las familias más antiguas de nuestro país, según los historiadores Julio Retamal, Carlos Celis y Juan Guillermo Muñoz, en Familias Fundadoras de Chile 1540-1600, editado por primera vez en 1992. Este libro tiene un valor incalculable, tanto por el esfuerzo de investigación que implicó, como porque las familias citadas pueden conocer, página a página, quienes fueron sus ancestros, donde viveron, que propiedades tenían, con quién se casaron, cuantas veces, que pléitos estamparon en los tribunales, dónde se bautizaron... el linaje completo, hasta la época actual. Ya es una aventura descubrir de dónde venimos, pero también los datos permiten inferir un sin número de situaciones entretenidas, como el familiar que más empeño puso en el florecimiento de su apellido, los pueblos donde pusieron su sello, los vínculos con próceres, las ramificaciones y el emparentamiento con otras familias, entre otras. Ni aunque el abuelo recuerde todas las historias familiares que contaba su propio abuelo, podría llegar tan atrás en los ires y devenires de su propia historia. Lo mismo se puede encontrar en la segunda y tercera parte, donde se extendió la investigación a dos nuevos grupos "Familias Fundadoras de Chile, 1601-1655. El segundo contingente" (2000) y "Familias Fundadoras de Chile, 1656-1700" (2003). Estos tres volúmenes se encuentran entre los pocos libros de genealogía chilena de fácil acceso en librerías, pese a que este tipo de investigación es muy rica y abundante en nuestro país. La revista Origen, por ejemplo, es muy útil para conocer detalles por pueblos, familias y personas de real interés para quien busca su origen, para lo cual basta consultar en qué número está el o los apellidos requeridos. Sin embargo es una publicación que sólo se encuentra en centros académicos y centros especializados en genealogía. También hay una variedad de sitios en internet, con datos más o menos completos, de diferentes familias. Un buen punto de inicio para encontrar documentación y referencias es el Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas