Diccionario Biográfico de Chile ed. XIII p. 669. Desde 1939 empezó su vida laboral activa en la Bolsa de Comercio, en la oficina Irarrázaval y Rodríguez Corredores de la Bolsa de Comercio, director de ella en el año 1959. Lo que le gustaba era el mundo de las finanzas y el bursátil, y así llegó a Concha y Toro en 1960. Diccionario Biográfico de Chile ed. XIII p. 669. Domingo 17 de agosto de 2008 In memoriam Don Eduardo Guilisasti Tagle El 20 de agosto se cumplirán diez años desde que murió don Eduardo Guilisasti Tagle. El tiempo ha pasado muy rápido, sin embargo para su familia, amigos y estrechos colaboradores en la Viña Concha y Toro su presencia espiritual está siempre presente. Coincidentemente con el décimo aniversario de su fallecimiento, este año la Viña Concha y Toro -su gran legado empresarial- cumple 125 años desde su fundación y se celebra una trayectoria marcada por hitos significativos, a través de los cuales se ha ido consolidando una visión empresarial personal, plasmada por su enorme capacidad de trabajo, cercanía con su gente y sobre todo la tremenda energía que siempre desplegó para salir adelante ante los desafíos que esta industria presenta. Su certeza acerca del potencial de Chile para la producción de vinos de calidad mundial marcó su exitosa gestión y el desarrollo de la viña lo entusiasmó de tal forma, que dedicó parte importante de sus esfuerzos y de su vida a impulsar la compañía a las más altas posiciones. Fue esa convicción la que don Eduardo siempre vislumbró y fue capaz de desarrollar en el momento oportuno. Su especial energía y tesón no sólo se desplegaron en las actividades que realizaba para la viña, sino que también en todos los ámbitos de su vida, donde destacó siempre de manera especial el profundo amor y dedicación entregado a su familia y a su trabajo. Desde su ingreso al Directorio de Concha y Toro, en 1957, y como presidente por más de 28 años, sentó las bases para el desarrollo exitoso que ha tenido Concha y Toro en estos años y muchos momentos destacados de la historia de la empresa fueron el resultado de su visión y capacidad de emprendimiento. Una sorprendente y grata coincidencia también sucedió este año. En 2008 la Viña Concha y Toro ha tenido el honor de recibir el premio Icare categoría empresa en reconocimiento a la labor de la compañía como una de las marcas vitivinícolas más importantes a nivel mundial. El mismo premio en categoría empresario lo había recibido don Eduardo el año 1995, reconociéndose en aquel entonces de manera visionaria su capacidad emprendedora, calidad humana y sobre todo su solidez para enfrentar duros avatares que en su momento se superaron con éxito. Muchos de los ejecutivos que hoy trabajamos en la Viña Concha y Toro tuvimos el privilegio de acompañarlo en ese camino y tanto nosotros como sus hijos seguimos con entusiasmo la huella trazada por él. Sin duda su figura trasciende a su muerte y es así como su espíritu ha quedado plasmado en la "Fundación Eduardo Guilisasti Tagle", gracias a la cual se entregan becas completas de estudio a hijos de empleados de Concha y Toro con buen desempeño escolar y menos recursos. La Fundación que hoy sostiene su familia y amigos nació inspirada en él y hoy funciona con gran dinamismo. En ella se proyecta su legado espiritual, siendo gratamente reconfortante ver cómo alumnos destacados han podido completar sus estudios superiores con éxito y excelencia académica. Así se ha podido perpetuar tal vez una de las cualidades que más lo destacaban: su cercanía, cariño y preocupación por los empleados de la viña a quienes siempre ayudó y protegió. Nuestra opción como empresa ha sido aportar a la sociedad a través del fomento de la educación como herramienta de superación personal. Ese era el sueño de don Eduardo y ha sido a través de esta Fundación que se ha podido aumentar las oportunidades de acceso a educación de calidad. Así también se fortalece la familia, otra de las grandes preocupaciones de don Eduardo, ya que al poder solucionar las necesidades básicas de los trabajadores de Concha y Toro, compartir con ellos -con generosidad silenciosa y sin límites- los éxitos obtenidos por la viña y acompañarlos en solucionar sus necesidades básicas, también se fortalecía la familia, una de las más importantes motivaciones en su vida. Es por eso que quisiera recordarlo muy especialmente ahora y dar testimonio de sus innumerables virtudes como el hombre bueno que fue, el empresario comprometido y hombre de fe, que desde el cielo nos continúa acompañando con su mirada siempre cariñosa. Su recuerdo seguirá marcando por siempre nuestros pasos y el de futuras generaciones y su bondad permanecerá eternamente como testimonio vivo de su faceta cristiana y compromiso de vida con las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Por eso invito a todos quienes tuvieron el privilegio de compartir con él durante su vida a que se unan en nuestras oraciones y nos acompañen en la misa que se celebrará el 20 de agosto en su memoria, en la iglesia San Ramón (Mardoqueo Fernández 100, Providencia), a las 18:00 horas. Alfonso Larraín Santa María ----o--- EL MERCURIO MIÉRCOLES 20 DE AGOSTO DE 2008 IN MEMORIAM Eduardo Guilisasti Tagle Hoy queremos recordar a don Eduardo Guilisasti Tagle en el décimo Aniversario de la partida de este mundo hacia su encuentro eterno con nuestro Padre Celestial. Agradecemos a la Divina Providencia por su fructífera vida y ejemplo de servicio a Dios, que lo hizo ser un hombre muy querido y respetado, por su familía, sus empresas, sus trabajadores, sus amigos y tantos que por algún motivo se le cruzaron en su camino. Fue su amor a Dios, al trabajo; y ese gran corazón unido a su inteligencia y recia voluntad lo que lo llevaron con audacia, optimismo y gran pasión a emprender obras y empresas, en las cuales no sólo buscó su propio beneficio sino ser a través de su espíritu emprendedor un fiel instrumento en la construcción y desarrollo de un país sustentado en valores al servicio de Dios y del hombre en una sociedad justa, donde se privilegie a la familia como su base y primera responsabilidad. Luchó y participó con gran disponibilidad, generosidad, constancia y valentía en la defensa de los valores cristianos y humanos que contienen al hombre; en todos los ámbitos de su quehacer, tanto en el mundo empresarial, político, social y especialmente familiar. Silenciosamente, sin grandes figuraciones, sólo respondiendo a su gran vocación de servicio y amor al prójimo. Nunca quiso recibir agradecimiento alguno más que la complacencia de ofrecer a Dios domingo a domingo en su Misa de San Ramón junto a su familia, el deber cumplido. Entre sus grandes ocupaciones aparte del desarrollo de sus empresas como oportunidades de trabajo estaba el dar herramientas a la juventud para que se plantearan ideales nobles y ser agentes de cambio positivo hacia una sociedad más justa y un rrundo mejor, a través de la formación en valores, la educación y la capacitación Técnica. En su vida dio grandes apoyos a sus trabajadores con sus familias a través de planes de viviendas y apoyándolos en la educación de sus hijos en pos de darle dignidad al hombre y a la familia. Fue un gran amante y conocedor de la naturaleza, la cual con gran respeto la supo trabajar en forma sustentable transformando, sus recursos naturales en productos elaborados que logran dar sustentos sirviendo al hombre y a la sociedad. Amó profunda, ejemplar y abnegadamente a sus padres, hermanos, a su esposa Isabel y a sus siete hijos con quienes compartió 50 años de su vida. Fue un humilde servidor en la Viña del Señor, sembrador de paz y alegría. De este gran corazón y de su legado surgió la Fundación. Vivió su vida con gran amor y devoción a la Virgen quién le iluminaba su camino y lo acompañaba en sus fortalezas y debilidades, y así hace 10 años emprendió su partida al encuentro con Dios, la Virgen, Jesús y San José. En silencio sus obras nos irán confirmando su misión cumplida con amor y caridad. Sus becados. Fundación Eduardo Guilisasti Tagle.